Con el sabor de la mentira aún en sus labios, despejó de su frente los últimos mechones despeinados de su rubio cabello. Y sin llegar a parar para pensárselo dos veces, detuvo el movimiento de sus dedos cuando éstos habían llegado a alcanzar la mitad de su rostro, y sus inexpresivos ojos quedaron fijos en el marco vacío...
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Anhelo
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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