Reposa mi mano, mis huellas están cansadas, mis dedos fatigados, mis muñecas extenuadas, pues he quebrado hasta la última de mis plumas escribiendo sin descanso, llenando hojas vacías y sin vida de trazos, vistiendo a las líneas de significados, a las rayas de vocales y a la caligrafía de un sentido con el que hasta el más vulgar de los hombres podrá ser conmovido. He bebido a mares de los tinteros que por doquier iba encontrando en el suelo...
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Palabras y nada más
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.