Sin razón, pero con motivos suficientes, dejé pasar al tiempo, porque por aquel entonces me parecía lo más conveniente y sensato, y aun siendo consciente que los sueños que dejé atrás seguirían existiendo en el mismo lugar donde les abandoné, esperé con suma impaciencia a que la verdad fuera menos dañina de lo que aún mi mente recordaba, porque mi corazón ya había sido hecho trizas, y la esperanza remendada bajo un sin fin de nuevas emociones que me ayudarían a seguir adelante...
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En ausencia de las palabras, toma mi mano
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.