lunes, 12 de mayo de 2014



- Nunca es tarde. - Y sus ojos no le volvieron la mirada. - Aunque puede que para ti ya lo sea.

Sus palabras le pusieron furioso, y se sentía humillado y asqueado porque en el fondo sabía que ella llevaba razón.

Era irracional cogerla del brazo, tirar de él, a pesar de la expresión de dolor que ella mostró en su rostro. Su mano en su cara, su lengua en su boca, y el sabor de sus labios en su piel le nublaron la visión.


Lectura completa en:

NUNCA ES TARDE

Un saludo.

Akasha Valentine Escritora y Poeta.

No hay comentarios: