Examinó con detalle el lomo del libro. Conclusión: parcialmente destrozado. La cubierta del ejemplar estaba rasgada y sobreescrita con algún tipo de rotulador indeleble imposible de limpiar. Las amarilleadas hojas debido a la baja calidad del papel no mostraban un mejor aspecto. Su interior había sido garabateado a conciencia: desde el uso de ceras blandas en las páginas interiores en blanco hasta rotuladores con los que serigrafíar sus motes sobre las frases del clásico literario “Frankenstein o el moderno Prometeo”...
Lectura completa en:
EL BIBLIOTECARIO DE PENDHESWOOD
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora y poeta.
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