Papá y Mamá ahora viven en el cielo, al menos eso es lo que les respondía a todos mis conocidos. Ahora sé que aquella piadosa mentira que me contaron mis abuelos no es cierta, bien lo sé, porque les he visto, tal y como puedo verle a usted. Al principio todo me resultaba demasiado extraño, como si algo estuviera fuera de lugar, como si las cosas no encajasen...
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No le mires a los ojos.
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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