Sostenme para no caer y sujétame fuerte para no desvanecer,
pues ya estoy oyendo partir las pisadas de tus zapatos
a tierras lejanas, donde los besos de mis labios no te alcanzarán
y sólo se quedarán pegados a los cristales de los retratos
que aún colgados adornan las viejas paredes de esta lúgubre casa
en la que vivo sin vivir, porque no te tengo aquí a mi lado.
Lectura completa en:
Mi nombre en tus labios
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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