Volveré la mirada, un instante sólo, un instante y nada más,
para después dejar caer mis párpados y no volver a mirarle
nunca más, aunque cercana me parezca su mirada y de dolor
llene mi alma, juro que no he de mirarle aunque ya sepa su nombre
y de mi lengua se resbale y a mi corazón de alegría alcance.
Lectura completa en:
Su nombre es Romeo
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora, articulista y poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario