Entre las bulliciosas y angostas calles del casco antiguo caminar se volvió una ardua tarea para mis diminutos pies. Y sin embargo seguía el apresurado y frenético paso de mis padres, porque según ellos era necesario llegar a la hora prevista, antes de que el propietario echase el cierre al negocio. Era una rutina habitual en mi familia frecuentar los primeros Domingos de cada mes todas las tiendas de anticuarios de Madrid...
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El misterio del armario
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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