Hubo un tiempo en el que mi vida era perfecta, más allá de lo que nunca habría podido llegar a imaginar, aunque como muchos otros hombres de la época he de reconocer que me agobiaban esos pequeños detalles que ahora sin lugar a dudas me parecen insignificantes.
Por aquel entonces el país vivía una etapa de duelo tras la muerte del príncipe consorte Alberto de Sajonia, y aunque como ya he dicho en líneas anteriores mi existencia no podía ser más perfecta...
Lectura completa en:
LA EXTRAÑA MUERTE DE ELLEN. R. WASTOM
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora y poeta.
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