Queriendo alcanzarnos, llegamos por los pelos a tocarnos,
incluso sin importar si durante el proceso nuestros huesos
quedan quebrantados y expuestos a un dolor insoportable,
pues créeme si te digo que más me duele a mí la idea
de querer alcanzarte y no poder tocarte cuando tanto te deseo...
Lectura completa en:
Seres imperfectos
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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