Pegó sus labios contra el lóbulo de su oreja y chasqueó la punta de su lengua a la vez que pronunciaba su nombre; cada sílaba y vocal fue expresada con devoción como si levantara un altar de adoración hacia ellas. Tomó para sí mismo los latidos de su corazón y los hizo suyos, y de su boca bebió todos los besos. Ella abrió sus piernas sólo para él...
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MI ÚLTIMA CONQUISTA.
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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