Se había vuelto una práctica muy común en mi familia la de enterrar de manera prematura a quienes meses antes gozaban de vida. El primero en dejarnos fue nuestro hermano Abraham, aquejado de tisis desde los tres hasta los cinco años de edad. Su muerte casi entierra a nuestro padre, pero fue la defunción de nuestra madre dos años después la que le llevó al alcoholismo y finalmente al suicidio...
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EL RETRATISTA DEL CEMENTERO DOWNTRY
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora y poeta.
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