El aliento exhalado de su boca se había vuelto distante, incluso tuvo que esforzarse en la manera en la que sus articulados dedos debían extenderse para poder alcanzar el robusto mentón de su rostro. Las caricias que ella le profesaba ya no eran suficientes, él había apartado deliberadamente su rostro, y sus pupilas se habían clavado en la distante lejanía...
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Quédate
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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