- ¿Cuál es tu sueño, John?
Todavía sin haberse aferrado a su mano, sintió que debía de cogérsela a Shally para apretar sin ejercer demasiada fuerza sus dedos contra el dorso de su mano. Así que ante la expectativa de ser consciente que ambos pasarían mucho tiempo sentados en el porche de la casa se tomó la libertad de guiarla y así tocarla como deseaba hacerlo, sin omitir ni descuidar la frase que ella le había hecho.
Lectura completa en:
CARTAS A MI CIUDAD DE NASHVILLE
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario