Con lentitud y aún con la lengua adormecida,
le recitaré a ella los escuetos versos de Neruda,
sin detenerme a pensar cuál podrá ser su favorito
y su estrofa preferida, hablaré sin descanso
hasta que mi boca se agriete y mis labios se sequen...
Lectura completa en:
Huellas
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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