Ela, mi gata, vive libremente el día a día con sus quehaceres sin preocupaciones. Se despierta conmigo y desayuna donde más le conviene, a veces lo hace al pie de la ventana, sentada sobre mi mesa de trabajo, otras muchas en la cocina, y en raras ocasiones en la sala de estar donde pasa las tardes durmiendo en el sofá. Su rutina matutina consiste en perseguir a las mariposas a las ocho de la mañana, llegado el mediodía día se tumba en la hamaca y yo la miro desde mi silla encajonada contando los segundos que me quedan para acabar la última página...
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ELA, LA GATA
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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