El humeante café servido en una taza de un tono blanco, cuyo aroma ascendía en el aire, no lograba mitigar ni lo más mínimo su dolor. Entre la multitud, sus viejos y cansados ojos se toparon con un viejo rostro conocido, y al verlo allí sentado, actuando, como sí nada hubiera ocurrido...
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Viejos conocidos
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora, articulista y poeta.
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