Siempre quise ser monaguillo. Lo consideraba un trabajo excepcional. Sentir a Dios tan cerca era, para mí, como aspirar a la cumbre más alta, por eso cuando mi madre me dijo que había una plaza vacante para ayudar al nuevo sacerdote no me lo pensé dos veces...
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El nuevo monaguillo
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora, articulista y poeta.
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