Por primera vez tomó consciencia de sus propias emociones. Con su desnuda mano descansando sobre su espalda se dio cuenta de su delgadez, de la fragilidad de su silueta, y ese simple contacto le sacudió el alma de la cabeza hasta los pies. Dibujó con la punta de sus dedos la línea divisoria de cada una de sus formas, y construyó en su mente de inmediato la forma de su figura para después grabarla en su memoria...
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Sólo puedes ser tú
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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