Siempre solo y acompañado de la soledad de sus propios pensamientos, el poeta deambulaba de un lado para otro todas las noches, olvidándose de las inclemencias del tiempo. Sombra era el único amigo que tenía, pero no siempre iba consigo, pues al salir de noche su propio reflejo no podía seguirle, pero el poeta sabía que estaba siguiéndole, así que no necesitaba que nadie más estuviese con él...
Lectura completa en:
El secreto de la luna
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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