Luang Pho Daeng, último monje que practicó este extraño suicido / Fotografía: Wikipedia
La práctica de automomificación fue llevada a cabo por estos hombres, y sin embargo son muy pocas las momias que a día de hoy se conservan: un total de veintiocho cuerpos se encuentran repartidos por los diferentes templos ubicados en la isla de Honshū, y es que no todas las personas que se sometieron a este tipo de proceso lograron alcanzar el estatus “divino”, puesto que sus cuerpos habían sido corrompidos por el proceso de la descomposición y la putrefacción. Sólo entonces sus corrompidos cuerpos podían ser sepultados con honores.
Más información en:
El Sokushinbutsu. La automomificación en vida
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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