La última carta de papá aún seguía estando sostenida por la punta de sus dedos, y su cabeza aún permanecía apoyada contra el cristal de la ventana. Sus rodillas estaban pegadas contra su pecho, su respiración algo entrecortada, sus ojos parecían llorosos y su boca estaba algo seca por la falta de líquidos...
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Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora y poeta.
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