Confié demasiado sin yo saberlo en la idea de los sueños perfectos y en la creencia de que la calidez de tu mano nunca sería el motivo de mi desasosiego. Viví por aquel entonces cobijada a la sombra de la burlesca mentira, anhelando la suave sensación que me dejaron tus brazos cuando creí que todo cuanto te importaba era sólo yo y nada más...
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Olvidémoslo todo.
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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