Levantó su mano y le alcanzó con la yema de los dedos, dejando resbalar la punta de éstos sobre su mentón. El largo momento sólo pareció un instante, un abrir y cerrar de ojos, un milésima de segundo, en lo que vino siendo más de un minuto. El tacto de su rostro distaba mucho de ser suave...
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El corazón manda sobre la razón
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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