Charles Laforêt siempre había demostrado ser el anfitrión perfecto en las más altas esferas de la sociedad francesa. No había en su intachable carrera ni un sólo objetivo que no hubiera sido capaz de cumplir por satisfacer a sus comensales, por muy extravagantes que fueran las peticiones...
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El buen anfitrión
Un saludo.
Akasha Valentine. Escritora, articulista y poeta.
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