Cuando logró recobrar la consciencia sintió que la cabeza le pesaba más de lo necesario. Tenía los brazos y las piernas atadas a una camilla y su cabeza colgaba hacia atrás sin respaldo alguno para ser sostenida. ¿Dónde estaba? Levantó un poco el cuello y echó un rápido vistazo a su alrededor; parecía encontrarse en una prisión abandonada...
Lectura completa en:
Sin pasado y sin recuerdos.
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario