En su llama mortal la luz la envuelve.
Más pálida que nunca veo a mi amada.
Su vida se me escapa de las manos,
y aunque no quiero dejarla marchar
su alma ya se va de mi lado
a la tierra de los muertos, allí es donde descansara...
Lectura completa en:
El pálido ocaso
Un saludo.
Akasha Valentine Escritora y Poeta.
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